Un colegio cierra por problemas sanitarios y pide a sus estudiantes que se hagan análisis

El colegio público Miguel de Cervantes, de Alcorcón, cerrará sus puertas a partir de hoy, lunes, durante varios días, a causa de los problemas sanitarios registrados en el mismo las últimas semanas, según Informaron ayer padres de los alumnos del centro. Los padres han recibido una carta del Ayuntamiento y la dirección del centro, en la que se dice que "ante la amenaza sanitaria surgida y a fin de evitar complicaciones mayores, se aconseja el cierre del centro".

A los padres y los alumnos se les informa en esa misiva, recibida este fin de semana, que en los próximos días deben someterse a análisis de sangre, heces y orina en dos de los centros sanitarios de la población, donde deberán vacunarse aunque no se les ha indicado contra qué enfermedad. Algunos de los padres informantes han manifestado su temor de que los problemas sanitarios a los que se alude en el comunicado del Ayuntamiento y la dirección del Miguel de Cervantes estén relacionados con una posible infección de tifus.En una asamblea de padres celebrada el pasado miércoles, tras la reanudación del curso escolar en el centro, que tiene unos 1.100 alumnos, una familia expreso en voz alta esta preocupación y dijo que uno de sus hijos estaba afectado por ésa enfermedad. Otros padres, en cambio, han aludido a la salmonella como supuesta causa de los problemas. Ayer fue imposible confirmar estos extremos en fuentes oficiales por ser día festivo.

Ratas en el comedor

El pasado 17 de diciembre se registro una intoxicación alimentaria en el colegio Miguel de Cervantes que afectó a unas 32 personas, entre alumnos y profesores, incluida la directora del centro. Los afectados habían comido ese día en el comedor del colegio y padecieron vómitos, diarreas y fiebres altas, sin que en ningún momento su estado revistiera gravedad. Sólo dos niñas, Paloma y Rebeca Larriba, de 11 y 9 años, tuvieron que ser hospitalizadas.Todos ellos, según informaron ayer las fuentes citadas, están recuperados en el presente. Sin embargo, el comedor del colegio no fue reabierto la pasada semana al comenzar el segundo trimestre del curso escolar.

Las investigaciones de los servicios sanitarios municipales tras la intoxicación de diciembre revelaron que uno de los cuatro trabajadores de las cocinas no tenía el carné oficial de manipulador de alimentos, y también detectaron la presencia de ratones en la zona del comedor, según informó en su día Juan Raúl Sanz, director de dichos servicios. Restos de orines de esos animales fueron encontrados al parecer, en algunos alimentos.

El menú de la comida que provocó la intoxicación del día 17 de diciembre consistió en espaguetis con chorizo y tomate, merluza a la romana con mayonesa y, como postre, manzana. Los padres que han informado del cierre del colegio a partir de hoy manifestaron que existe en ese colectivo una grave preocupación por estos sucesos, cuyas causas exactas desconocen, y añadieron que a lo largo de hoy y de mañana realizarán los análisis clínicos.