Muerte violenta en Bélgica de una madre española y su hija

Dos españolas, María Blanco Antuno, divorciada, de 32 años de edad, y su hija Sandra Dupire, de 11 años, fueron encontradas muertas en su domicilio del pueblo de Chatelet, en el Sur de Bélgica.Según la versión facilitada ayer por la gendarmería de esta localidad, la madre dió muerte a su hija con una pistola que había hurtado a su amante, un agente de la policía especial de las autopistas, con el que vivía desde hace tiempo y con el que riñó el pasado jueves.

Según las presunciones del forense, los hechos acaecieron en la noche del viernes al sábado. El jueves, tras una violenta disputa entre María Blanco Antuno y su amante, éste recogió sus pertenencias y abandonó la casa en la que convivían. Posteriormente, al encontrarse los cadáveres, fue interrogado por la policía, pero la muerte, según fuentes de la gendarmeria de Chatelet "no tiene en principio nada que ver con este concubinato".

Según esta versión de la gendarmería, María Blanco logró hurtar el arma de servicio -una pistola de 9 milímetros de calibre- a su amante antes de que se marchara de su casa. Las autoridades judiciales consideran el asunto cerrado -salvo nuevos datos-, y aseguran que se trata del asesinato de la hija por la madre, seguido del suicidio de ésta.

El amante llamó el sábado y el domingo a la casa de María Blanco, sin lograr respuesta. El lunes telefoneó a un vecino de las españolas para que se acercara a la casa y viera qué ocurría.

El vecino, acompañado por otro amigo, vió una de las ventanas de la casa abierta y al entrar por ella encontró a madre e hija, en camisón, muertas por herida de arma de fuego.