Un traficante de cocaína utilizó una recomendación del ex embajador colombiano

El que hasta hace tres meses fuera embajador colombiano en España, Emilio Valderrama, pidió al Gobierno de Bogotá que prestara apoyo al supuesto periodista José Javier Gómez Ballesteros, detenido en Madrid el pasado 14 de diciembre por su implicación en el tráfico de cocaína a través de la valija diplomática. Por el mismo motivo fue detenido el pasado día 23 el secretario de la Embajada de Colombia en Madrid, Gustavo Jácome Lemus.

La recomendación por escrito de Valderrama data del mes de noviembre de 1983, y en ella se rogaba "ayudar" al supuesto periodista, "vinculado a los más cualificados medios españoles, como la televisión y Radio Nacional". El ex embajador declaró ayer que en todas las embajadas se suele prestar colaboración a las personas que necesitan hacer gestiones en Colombia, y más si tales gestiones son de carácter cultural.Gómez Ballesteros no utilizó esta carta de recomendación hasta el día 5 de noviembre de este año, cuando vía ó a Colombia y se presentó con ella en la Secretaría de Información y Prensa del palacio presidencial y en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Aprovechando la recomendación de Valderrama, preparó en la Secretaría de Información dos envíos de cocaína, introducidos en latas que supuestamente contenían reportajes de televisión y que se enviaron a través de valija diplomática.

Aunque el Gobierno colombiano lleva con gran secreto sus investigaciones sobre el tráfico de cocaína -la falta de transparencia informativa ha provocado ya varias protestas de la Prensa-, se sabe que 10 funcionarios de la Secretaría de Información y Prensa) del Ministerio de Relaciones Exteriores han sido interrogados hasta el momento en Bogotá por lajusticia militar.

Por otra parte, la agencia France Presse reiteró ayer la información, no confirmada oficialmente aún, que señalaba que las autoridades colombianas encontraron cuatro nuevas latas que supuestamente contenían películas destinadas a la televisión, en cuyo interior se había introducido droga. Las latas, que no llegaron a ser enviadas a la embajada en España, habían sido depositadas en la Secretaría de Prensa de la Presidencia por Gómez Ballesteros. Su existencia fue denunciada a la policía secreta (F-2) por los periodistas de la mencionada secretaría, donde el nuevo alijo se encontraba desde hace un mes. De acuerdo con las mismas fuentes, entre los detenidos no figura, hasta el momento, ningún funcionario de la Secretaría de Prensa.

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