Los buscadores de huellas

La visita de estudiosos y curiosos de Quevedo es habitual desde el año 1978. A José María Lozano, un empleado de Iberia llegó a ofrecerle dos millones de pesetas por una de las firmas que encontró de Quevedo.De entre las más ilustres personalidades que han mostrado su interés por el tema destaca el rey Juan Carlos, quien, según palabras del alcalde de Torre de Juan Abad, aseguró que no se olvidaría del problema y que creía conveniente que esto se investigara debidamente. Con el mismo fin han pasado por la localidad desde Antonio Garrigues hasta Miguel Delibes.

No obstante, quienes parecen mostrar inquietud por los montones de papeles son los extranjeros, y especialmente los norteamericanos, por ejemplo James Grosby, del Department of Spanish de la Universidad de Illinois; Kenneth James Golby, de la Universidad de Toronto, quien algún tiempo después de su estancia en Torre de Juan Abad remitió a José María Lozano su trabajo A study of the teme of justice in the prose works of Francisco de Quevedo y Villegas, o Roger Moore, de la universidad canadiense de St. Thomas. "Existe más interés por Torre de Juan Abad en Estados Unidos que en España", dice el alcalde.

José Antonio Guijarro, concejal de Cultura, pide "que las entidades oficiales se preocupen, para que podamos hacer un archivo como es debido para que este gran tesoro que tenemos no se nos pierda". José María Lozano hijo es más pragmático: "Como soy un quijote, quizá coja el caballo y una pancarta y me vaya a la puerta del ministerio. Es posible que luche contra molinos".