García Lorca, en TVE

El 18 de diciembre, TVE estrenó la película de Jaime Camino sobre la vida y la obra de García Lorca El balcón abierto, filme que había sido presentado en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, con la asistencia del alcalde, unos días antes.Prescindiendo, en este momento, de la calidad mejor o peor de esta película televisiva que, al parecer, ha tenido importantes éxitos y premios en los recientes festivales de Venecia, Sâo Paulo y Huelva, me llama la atención que ni los comentaristas, por un lado, ni el director de la película, por otro, hayan caído en la cuenta de que esta película no es sólo un homenaje a un granadino universal que ha recibido muchos, sino una copia de muchas de las imágenes y sonidos superrealistas más impresionantes que se han rodado en España, por obra y gracia de otro granadino universal, pero mucho menos conocido que el anterior, pues murió nada más que por accidente de automóvil y por el abandono y la ignorancia en que le tenían sumido sus compatriotas (véase EL PAIS, 20-8-1982).

Me refiero a José Val del Omar, cuya obra Agua-espejo granadino está considerada como "una de las grandes obras desconocidas del cinema mundial" (Amos Vogel, Film as a subversive art, Londres, 1974), premiada en el Festival de Berlín de 1956 y en el Festival de Cine Experimental de Bruselas de 1958.

Camino -como otros cineastas- ha bebido tanto en las imagenes y sonidos de la película genial de Val del Omar sobre la esencia de Granada, como en Fuego en Castilla, rodada en el Museo de Escultura de Valladolid y galardonada con el Premio de la Técnica en Cannes, 1961, el mismo año en que se premió Viridiana, de Buñuel. (Precisamente, Buñuel, con Val del Omar y Arrabal, son los únicos creadores españoles que Amos Vogel, ex director de la Cinemateca de Nueva York, cita dentro de los grandes transgresores y revolucionarios del séptimo arte).

Es bueno que los cineastas homenajeen a los poetas andaluces, pero más honesto sería que lo hicieran también a uno de los pocos poetas de la cámara que en Andalucía y en España han sido: a José Val del Omar, quien todavía está esperando el reconocimiento nacional que la inercia e insensibilidad de los españoles suelen regatear en vida a muchos de sus hombres ilustres.-