La tesis del pesticida como origen del síndrome tóxico, argumento de los acusados por el envenenamiento

Abogados de los principales procesados en el sumario de la colza subrayaron ayer en una conferencia de prensa su coincidencia con la teoría de que el envenenamiento masivo fue provocado por un producto organofósforado. La tesis, defendida desde hace meses por el doctor Antonio Muro (ver EL PAIS de 6 de febrero de 1983) y publicada ahora por dos semanarios, adquirió un tono más desconcertante al señalar los abogados que estos productos se encuentran en las armas químicas y sugerir que el síndrome tóxico pudo tener su origen en algún arsenal secreto.Los epidemiólogos Javier Martínez Ruiz y María Jesús Clavera, que fueron relevados de la comisión de investigación del síndrome tóxico, el doctor Corralero, al que se abrió un expediente en el Plan, el doctor Peralta, así como un hermano del doctor Antonio Muro, asistieron a la conferencia de prensa y señalaron que la causa del síndrome es un producto químico derivado del fósforo. Los abogados José María Serret, Jesús Castrillo, Julio Antonio Ferrer y Juan Francisco Franco, que habían convocado el acto, anunciaron que recurrirán ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo porque a sus defendidos no Se les ha dejado libres después de superar los 30 meses de prisión preventiva, máximo fijado en la ley.

Los abogados sugirieron a los periodistas la posibilidad de que la intoxicación masiva tuviera relación con supuestas armas químicas almacenadas en España, y en ese sentido afirmaron que los productos organofosforados son una base en las armas químicas y que en la guerra irano-iraquí se encontraron residuos de armas químicas con las etiquetas en castellano.

Los periodistas solicitaron pruebas sobre las conclusiones sugeridas, pero los abogados no las aportaron.

Los letrados se quejaron de que a las defensas se les ha impedido el acceso a documentos en poder de la Administración. Los médicos Martínez y Corralero presentes en la conferencia de prensa criticaron duramente a la Administración y a quienes han elaborado la publicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) El síndrome del aceite tóxico, así como a EL PAIS, que ha recogido estas tesis y no las que ellos defienden.