El sumario está servido

, Trento, con sus 100.000 habitantes, es una fría ciudad del norte de Italia, en la que se dan cita tres comunidades étnicas y lingüísticas: italianos, tedescos (alemanes) y ladinos. Tiene, junto con la provincia de Bolzano, su propio Gobierno regional, que controla la Democracia Cristiana. Pero, pese a sus peculiaridades, Trento es como cualquier otra capital de provincia italiana en cuanto a picaresca y humor. Tanto es así que los trentinos han sabido explotar el famoso sumario del Juez Palermo, uno de los mayores escándalos político-financieros de esta Italia salpicada de ellos, y han obtenido una copia que está expuesta en un hotel, en el Albergo Academia, a disposición de periodistas, curiosos y cuantos clientes lo deseen.En un bolsa de plástico de color marrón, bajo el mostrador de la recepción, cualquiera puede leer, fotografiar o fotocopiar, en este último caso si es capaz de trasladar los pesados bultos a una tienda próxima, los 5.898 folios de la encuesta, esto es, la investigación judicial. Tan sólo se le sugiere para ello que se aloje en el hotel o que, al menos, acuda a su restaurante a probar unos deliciosos raviolis o una carne braseada a la burra (mantequilla).

¿Por qué este souvenir trentino, esta picaresca del Albergo Accademia, el lugar de cita de los periodistas locales? Porque la competencia del Accademia es el Gran Hotel Trento, lujoso y próximo al Gobierno regional. El Gran Hotel Trento no tiene el sumario, pero sus clientes, los fines de semana, pueden contemplar en él, entrando o saliendo del ascensor, ni más ni menos que al mismísismo Flaminio Piccoli, al presidente de la Democracia Cristiana italiana, su cliente más distinguido. Piccoli, trentino, se desplaza todos los fines de semana desde Roma a su ciudad natal y se aloja en el hotel por razones de seguridad.

Un hotel con Piccoli y el otro con los casi 6.000 folios del juez Palermo se hacen la competencia, que en el fondo no es más que un pícaro reclamo para atraer a los clientes.