LA TUMBA DE FERNÁN GONZÁLEZ

Según la tradición, la primitiva fundación del lugar se debe a Walia. Posteriormente, Eurico y Recaredo lo reformaron pero fue el primer conde castellano el que hizo de la pequeña ermita original un monasterio. Se dice en el poema de Fernán González que el conde llegó por casualidad a la ermita de San Pedro persiguiendo un jabalí y encontró viviendo en una cueva a san Pelayo, san Arsenio y san Silvano. El primero de los monjes le anunció que vencería a los musulmanes. El conde los derrotó en la batalla de Cascajares y, milagrosamente, en la batalla de Hacinas. Agradecido a estos santos varones y a la provincia, Fernán González prometió legar a Wermita sus riquezas y mandó ser enterrado allí: "Faré otra yglesia / de mas fuerte cimiento / faré dentro en ella / el mi soterramiento / daré ay donde vivan / monjes mas de ciento / que sirven todos a Dios / e que fagan su mandamiento".