España reclama a Francia el original de una escultura del legado de Picasso

La escultura Mujer con jarrón (La femme au vase), de Pablo Picasso, original de la que figura sobre la tumba del pintor, ha sido reclamada por el Ministerio de Cultura a las autoridades francesas, ya que el propio Picasso deseaba que esta escultura fuese entregada a España. Durante algún tiempo, la última esposa de Picasso, Jacqueline, hizo figurar sobre la escultura un letrero que decía: "Pertenece a la República Española", según confirmó ayer Javier Tusell, que era director general de Bellas Artes cuando llegó el Guernica a España, en septiembre de 1981.

Existen divergencias sobre la razón por la cual la escultura pertenece a España. Para el crítico Juan Gómez Soubrier, la Mujer con jarrón fue encargada por el Gobierno de la II República, al igual que el Guernica, para exhibirla en el pabellón español de la Exposición Internacional de París de 1937. Gómez Soubrier ha hecho referencia a ello en una de las conferencias que ha pronunciado estos días en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, dentro del ciclo 1.000 ojos para el arte. Javier Tusell difiere. Según declaró desde Lanzarote, donde se encontraba ayer, la escultura no fue encargada por el Gobierno de la II República, aunque sí se exhibió en el pabellón español de la exposición de París. Al menos, precisó Tusell, no existen documentos que prueben el encargo del Gobierno español. Según el historiador, la escultura no pertenece al legado Guernica -cuya custodia estaba a cargo del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA)-, sino que es independiente. Tienen en común que Picasso tenía previsto entregarlos a España una vez restablecido un régimen democrático. Según la agencia Efe, en el catálogo de los cuadros que fueron entregados al Gobierno francés, en concepto de pago de derechos de sucesión, se señala que un ejemplar de esta escultura debería acompañar al Guernica en su instalación definitiva en España.El original de la Femme au vase se encuentra en un guardamuebles de París, en tanto que una copia adorna la tumba de Picasso. La razón de esto es que el administrador judicial francés señor Zecri, designado para repartir los bienes del pintor, consciente de que esa escultura pertenece a España, no la entregó a ninguno de los herederos. En cualquier caso -apunta Tusell- es indispensable en este caso el acuerdo de la familia Picasso.