Visto para sentencia el juicio contra los 'ultras' del Frente de la Juventud
El juicio seguido en la Audiencia Nacional contra una treintena de ultraderechistas, miembros del Frente de la Juventud, quedó ayer visto para sentencia poco después de que el presidente del tribunal, Gonzalo de la Concha, ordenara el desalojo del público de la sala.El incidente se produjo al concluir el informe del último de los abogados, que defendía a cinco de los procesados. El público, en su mayoría familiares y amigos de los acusados, ovacionó el informe del letrado, y el presidente, que en días anteriores había advertido en varias ocasiones que no toleraría manifestaciones de los asistentes en ningún sentido, ordenó la expulsión.
El informe que motivó la ovación abundaba en los argumentos de los anteriores abogados por los que se solicitaba la absolución de los procesados, pero la exposición fue mucho más apasionada. Este abogado insistió en que los jóvenes, que actuaban por móviles altruistas y sobre todo patrióticos, habían sido engañados.
Añadió que todos ellos están reinsertados en la sociedad y señaló que "no son terroristas, sino españoles que, manipulados, se han visto abocados a este engaño". En otro momento de su intervención señaló: "Hace nueve años que enterramos demasiadas cosas para un pueblo".
La vista duró muy poco tiempo más, ya que los acusados no quisieron añadir nada a lo que ya habían expuesto sus defensores, y el juicio quedó visto para sentencia.
La última sesión del juicio se consumió con los informes de los defensores. El día anterior, el fiscal había elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, con peticiones de penas de más de 25 años de prisión para algunos de los acusados, pese a lo cual todos los procesados, a excepción de dos, continúan en libertad provisional.
Todos los defensores solicitaron la libre absolución y pidieron al tribunal que, en caso de que se apreciara delito, aplicase la atenuante de obrar por motivos altruistas y patrióticos.
Uno de los abogados solicitó que se dedujera testimonio para que se investigaran las denuncias de la mayoría de los procesados, que aseguran haber sido objeto de torturas.
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