Sin repercusión en las relaciones

La complicación del diplomático iraní Mohamed Jaafar Niknam. en las presuntas actividades terroristas que cuatro de sus compatriotas desarrollaban en España y su posterior expulsión no afectarán a las relaciones hispano-iraníes, que el propio Gobierno de Teherán tiene interés en que sigan siendo buenas, declaró ayer a EL PAIS el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán.El martes, el subsecretario de Asuntos Exteriores, Gonzalo Puente Ojea -en ausencia de Morán, que se encontraba en Bruselas-, se entrevistó con el embajador de Irán en Madrid, Abdelkarim Saneii, y dejaron abierta la posibilidad de que la expulsión de Niknam se realizara de manera aparentemente voluntaria.

Ayer, Exteriores desconocía aún si Niknarri regresaría a Teherán voluntariamente o si sería necesario decretar la expulsión. Morán subrayó ayer que actos como el protagonizado por Niknam no se pueden permitir, y mostró su confianza de que, en el futuro, los diplomáticos iraníes en Madrid se ceñirán a las normas establecidas.

España -que se mantiene neutral en la guerra del Golfo- reforzó algo su acercamiento a Irán después de que los iraquíes dispararan el mes pasado al petrolero Tiburón y ocasionaran la muerte de siete marineros españoles.