Ferraro o la fuerza de los votos

Los intereses electorales han llevado una vez más a que un partido, en este caso el Demócrata, rompa esa barrera histórica que los norteamericanos siempre habían levantado entre la clase política y la condición femenina. Geraldine Ferraro, incorporada sorprendentemente a última hora al ticket de Walter Mondale en su peregrinar hacia la Casa Blanca, se convertirá en la primera mujer candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos. El factor voto ha pesado lo suyo, en unos momentos en los que parece haber disminuido la aceptación del presidente, Ronald Reagan, entre la opinión pública estadounidense. Circunstancia esta -la secular ausencia de la mujer en las altas magistraturas de Estados Unidos- sorprendente e irónica, si partimos de la premisa del supuesto liderato de la nación americana como baluarte de libertades y terreno siempre abonado para nuevas tendencias.(...)Con el 53% del electorado, las mujeres norteamericanas pueden ser un elemento clave en las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.(...)

La carrera hacia la Casa Blanca vislúmbrase dura, cerrada y enconada. Reagan y Mondale están enzarzados en un duelo de audacias. Y la Ferraro puede convertirse en la primera mujer que ocupe la vicepresidencia de una de las dos naciones más poderosas del globo terráqueo. Un hecho histórico que en las actuales circunstancias sólo está motivado por la fuerza de los votos.

14 de julio