En Madrid se busca un dinosaurio

Los madrileños fueron alertados ayer por los medios de comunicación de una amenaza terrible: ha desaparecido un joven dinosaurio de un millón de años. El animalito, dicen, es dócil y con grandes ojos redondos, mide 18 metros de largo por 4,30 de alto, es bien parecido, de color verde y, además, se ha perdido por las calles madrileñas.No se trata de ningún extraterrestre, ni siquiera de un dinosaurio de carne y hueso, sino de una hábil campaña de publicidad emprendida por el Parque de Atracciones de Madrid de cara a la apertura de un nuevo departamento sobre la época en que estos animales sembraron el terror y dominaron la Tierra.

La nueva atracción del parque, el Valle de la Prehistoria, se inaugurará el próximo día 29, e incluirá varios dinosaurios, otros animales de hace millones de años y representantes de nuestros primeros antepasados, los hombres de Cromagnon y Neanderthal.

La agencia que se encarga de la publicidad del parque ha decidido atemorizar al público madrileño durante tres días, incluyendo en periódicos y emisoras de radio el anuncio de la desaparición de Dino, como se ha bautizado a tan peculiar criatura.

No contentos con los anuncios, el Parque de Atracciones paseará por las calles madrileñas una valla portátil, de la que asomarán las patas y la cabeza de Dino. Dos días antes de la inauguración de la atracción, los mismos medios de información darán cuenta de que Dino ya ha sido encontrado y de que, por tanto, quien quiera verlo no tiene más que acudir al parque y asunto resuelto.

Además de varios dinosaurios y de los hombres medio monos, la nueva atracción incluirá áreas volcánicas, e incluso otras de la época glaciar, que permitirán hacerse una idea aproximada de lo que pudo ser la Tierra hace millones de años, cuando era tan imposible como ahora que un dinosaurio se perdiera entre el asfalto.

Mientras muchos madrileños se dedican estos días a la búsqueda de Dino -no se anuncia recompensa- los descendientes de los hombres de Cromagnon y Neanderthal seguimos sin tener nada claro sobre los dinosaurios.

Mientras en la imaginación se mantienen escenas de los primeros hombres, que arrastraban a sus mujeres de los pelos, luchando contra enormes dinosaurios, la verdad es que poco o casi nada se conoce a ciencia cierta sobre ellos.