Ofensiva española ante los Gobiernos europeos para lograr una declaración agrícola favorable de la CEE

A una semana del día previsto para que la CEE presente a España su declaración sobre el capítulo agrícola, el Gobierno español ha intentando retomar la iniciativa reiterando sus tesis en una carta a la Comisión Europea y a los embajadores de los diez ante la CEE. Madrid como ya lo hizo en un anterior memorándum, insiste en que no se aplique un régimen de etapas para la integración de la agricultura española; pero la mayor preocupación que susbsiste a esta ofensiva diplomática es, según fuentes españolas, que una declaración dura sobre agricultura en la sesión de negociación ministerial sería incomprendida por la opinión pública española, tras el buen clima creado con Francia.Esta carta puede frenar la declaración, según fuentes comunitarias, pues puede servir de excusa para que algunas delegaciones no den luz verde al régimen de etapas. El grupo España que prepara la declaración sigue dividido respecto a los temas fundamentales, que habrán de dirimir los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE el lunes. Estos puntos son: el principio mismo de las etapas, los sectores afectados (frutas y hortalizas u otros más), la duración de la primera etapa (cuatro años ampliables a seis, o cinco años reducibles a tres), el régimen de vigilancia a imponer a las exportaciones españolas a la CEE y el nivel de precios con que entrarían estos productos en la Comunidad.

Francia no quiere transigir, por razones económicas y políticas, en la cuestión del principio de las etapas, que no aceptan otras delegaciones, como la danesa. El Reino Unido acepta el sistema de etapas en lo que se refiere a la no intervención comunitaria para garantizar los precios en España, pero no respecto a los frenos a la liberalización de los intercambios comerciales agrícolas. Y este último punto preocupa a los italianos. De ahí que dos directores generales de la Secretaría de Estado española para las Relaciones con la CEE viajen hoy a Roma y Londres.