Piloto de 'raIlies', piloto de Fórmula 1

Las diferencias entre una carrera por carreteras Y una en circuito son enormes. Como enormes son las diferencias entre los pilotos que se dedican a una u otra actividad.Al margen de las condiciones climatológicas -que siempre condicionan- y de las pruebas que se disputan sobre tierra, un rally se disputa por carreteras normales, aunque cerradas al tráfico en los tramos especiales de velocidad. Ese tipo de carreteras tiene siempre irregularidades, baches y desniveles que jamás se arreglan por el hecho de que los coches de carreras vayan a pasar por ahí. Estos accidentes de las carreteras suelen, además, incrementarse con el paso de los coches, al descarnarse piedras de las cunetas que acaban por aumentar las irregularidades del piso.

Los pilotos tienen que adaptarse a ellas permanentemente, superando en cada momento circunstancias imprevistas con reacciones constantes en su pilotaje. Estas reacciones, a su vez, provocan nuevas reacciones en los coches, que determinan, por su parte, otras maniobras. Si un piloto tuviera que repetir 10 veces un mismo tramo especial de velocidad, su conducción sería diferente en las 10 ocasiones, aunque los tiempos finales pudieran ser similares.

Además, como los coches salen de uno en uno, separados por un minuto, los pilotos tienen que luchar en solitario, contra el reloj, tratando de superarse a sí mismos. No hay contacto con otros en la carrera y, por tanto no hay fricciones. Pese a la rivalidad, hay mucho más compañerismo.

Sin embargo, en las carreras de velocidad en circuito, especialmente en la Fórmula 1, las condiciones son absolutamente diferentes. El trazado es siempre idéntico y el piso suele estar en condiciones óptimas. Los pilotos deben recorrerlo con precisión milimétrica, vuelta tras vuelta. Salvo en los adelantamientos o tapones, raras veces hay imprevistos.

Como todos los coches ruedan juntos, los contactos y las fricciones son frecuentes. La progresión se produce a costa de la superación de los demás, y todos los procedimientos parecen válidos para conseguirlo. El comportamiento de unos pilotos con los otros dentro de la pista dista muchísimo de la correción y del compañerismo.

Las diferencias entre los pilotos de rallies y los de Fórmula 1 también son económicas. Walter Rohrl, el mejor piloto de rallies del mundo y el que más cobra, recibirá del equipo Audi 15 millones de pesetas por cada una de las seis carreras que disputará esta temporada. Con sus ingresos por publicidad, la cifra total se elevará a unos 120 millones de pesetas al año. Algunos de los pilotos del circo de la Fórmula 1, como Lauda, Rosberg, Piquet y algunos otros, cobran el doble de dicha cantidad, y muchos otros superan o igualan la cifra de Rohrl.