Antonio Uceda,

destituido como consejero delegado de Editorial Sevillana, empresa editora de los periódicos El Correo de Andalucía y Nueva Andalucía, parece haberse ganado a pulso el descorche de champaña con que los redactores de ambos medios informativos han acogido su marcha en los centros de trabajo. En pocos años, Uceda ha logrado hundir la difusión de los dos periódicos católicos, ha provocado el despido de un centenar de trabajadores y ha llevado al paro a periodistas sevillanos por motivos tan atentatorios contra la disciplina o la calidad laborales como haber ido a Libia de vacaciones o, en el caso de una mujer, haberse quedado embarazada poco antes del matrimonio.