Dos jóvenes, armados con un hacha y una navaja, roban una tabla flamenca del siglo XVI en el monasterio de la Encarnación

Dos jóvenes armados con un hacha y una navaja asaltaron el miércoles pasado, al mediodía, a los empleados del museo del monasterio de La Encarnación, en el centro de Madrid, y robaron una tabla flamenca del siglo XVI, un candelabro-relicario y una estatuilla de la Purísima Concepción. Cuando ya se habían apoderado del botín, huyeron a la carrera al ser sorprendidos por otra empleada del convento. Este museo, según fuentes oficiales del Patrimonio Nacional, del que depende, no cuenta con ningún sistema especial de alarma o vigilancia.

Dos jóvenes que portaban un hacha y una navaja entraron al museo del monasterio de La Encarnación, en la plaza del mismo nombre, en el momento en se cumplía la hora de cierre matinal al público, a las 13.30 horas, el pasado día 14. Amenazaron con las armas al portero, de 66 años de edad, y lo empujaron al interior del museo, donde intimidaron de la misma forma a otro empleado, de 61 años. Maniataron y amordazaron a ambos, cogieron tres de las obras expuestas y se dieron a la fuga.En ese momento los descubrió otra empleada del monasterio, que salió hasta la puerta de la calle tras los ladrones. La mujer advirtió la. presencia de un coche patrulla que circulaba frente al convento y alertó a los policías.

Los conserjes del museo no han podido facilitar una decripción precisa de los asaltantes "debido al nerviosismo", según informó un portavoz del Patrimonio Nacional. Al parecer, el robo "fue precipitado y los ladrones se llevaron lo que les resultó más fácil de coger y lo que debió parecerles más deslumbrante".

Las obras robadas son una tabla flamenca de principios del siglo XVI, "bastante valiosa", que representa a la Sagrada Familia y se hallaba colgada en la primera sala; un candelabro de bronce dorado del siglo XVII, de unos 70 centímetros de alto, "de gran valor espiritual y escaso valor material, pues es un relicario del lignum crucis"; y una estatuilla de la Purísima Concepción, de autor anónimo, del siglo XIX, también de bronce dorado. Estas dos últimas piezas se encontraban en el relicario del monasterio. En cuanto al cuadro, el más pequeño de los expuestos en el museo, mide 75 centímetros de altura por 62 de ancho.

La noticia no trascendió hasta ayer. El portavoz del Patrimonio Nacional aclaró que "en ningún momento se ha pretendido silenciar el hecho, sino que se ha estimado la recomendación policial de esperar 48 horas, hasta controlar el mercado de compraventa ilegal de este tipo de obras de arte".