El 'frenazo' sobre los nuevos cohetes afecta a un posible acuerdo en las START

La interrupción o ruptura de las negociaciones sobre los euromisiles no ha tenido un efecto notable en el proceso de las START (conversaciones para la reducción de armas estratégicas), pero sí sobre un posible acuerdo en este último punto. Dado el despliegue soviético de misiles de alcance intermedio (INF), EE UU no desea llegar a un acuerdo sobre las START a costa de sus aliados europeos. Por otra parte, Washington no propondrá a Moscú fusionar ambas negociaciones, pues sería premiar a los soviéticos por haberse levantado de la mesa de las INF en Ginebra.El jefe de la delegación norteamericana para las START, Edward Rowny, informó ayer en Bruselas al Consejo Atlántico del desarrollo de la quinta ronda de negociaciones. El Consejo se felicitó del enfoque norteamericano, que muestra "flexibilidad y seriedad". Persisten aún diferencias considerables de lenguaje y conceptos entre soviéticos y estadounidenses. 'La URSS habla de lograr un acuerdo que garantice "igualdad e igual seguridad", sin llegar nunca a concretar esta última expresión, mientras EE UU habla sólo de "igualdad". Sin embargo, la URSS no ha planteado aún en este foro la cuestión de los sistemas nucleares franceses, británicos y chinos, seguramente porque hasta ahora el tema había surgido en el contexto de los euromisiles.

Algunos europeos están presionando para que se fusionen las negociaciones INF y START, aunque ello suponga un cambio sustancial de los términos de refencia, cambio por el que hasta ahora la URSS no ha mostrado interés. "No cederemos a la tentación encaminada a llevar a los soviéticos a la mesa de negociaciones para las INF a través de concesiones", había manifestado el jueves un alto funcionario norteamericano. Además, se piensa que una fusión de las negociaciones no llevaría a resolver el tema de las INF. El caso es que los soviéticos habían manifestado que una falta de acuerdo sobre las INF les llevaría a revisar su postura en las STARI.

Por otra parte, algunos europeos temen que las START sean tan importantes para los dos grandes como para que no quieran complicarlas más aún.