Marcel Dalio: muerte de un actor superviviente

Anoche los telespectadores tuvieron ocasión de verle en Tener y no tener. También le han visto en Casablanca, en el papel de croupier. Marcel Dalio, que falleció el pasado domingo en Francia a los 83 años, fue el secundario francés por excelencia del cine negro americano. Con su rostro huidizo, muchachil, lo mismo podía incorporar fidelidades adolescentes hacia el protagonista que traiciones solapadas. En realidad, sus mejores personajes eran los de confidente, de débil, de traidor.Dalio había nacido en París, en el barrio judío, y su verdadero nombre era Israel Mosche Blauschild. Estudió para actor en el Conservatorio, y en 1920 debutó trabajando en revistas y clubes nocturnos. Pronto le contrataron para el cine, y su primer papel importante fue en Pépé le Moko, de Julien Duvivier, junto a Jean Gabin. A continuación, hizo dos películas con Jean Renoir: La gran ilusión, en donde interpretaba a Rosenthal, el hijo de un banquero judío, y La regle du jeu, en el papel de un cínico aristócrata.

Pudo abandonar Francia con destino a Estados Unidos, poco antes de que los nazis la invadieran, en 1940, y seguramente salvó su vida con ello. Pero, como actor se condenó a ser un eterno segundón en las películas americanas. De cualquier modo, había llegado a Hollywood con 17 dólares en el bolsillo y ningún conocimiento de inglés, y pese a ello trabajó para Josef von Sternberg en El expreso de Shangai, junto a Marlene Dietrich, y a continuación participó en Tener y no tener y Casablanca.

Regresó a París después de la guerra y se reincorporó al cine y al teatro franceses, sin dejar por ello de trabajar en filmes americanos. Una de sus últimas intervenciones fue haciendo de italiano en Catch 22. Su muerte priva al cine de una de esas figuras sólidas, que el espectador siempre tiene p'resente aunque, en general, ignore hasta sus nombres. Marcel Dalio era un buen actor. Sólido, eficiente. Superviviente, como buen judío.