La presencia saharaui puede impedir por tercera vez la decimonovena 'cumbre' de la OUA

Una importante delegación marroquí, encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Buceta, viajó ayer a Adis Abeba para participaren la 19ª cumbre de la Organización para la Unidad Africana (OUA), que debe iniciarse mañana a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, y cuya celebración aún no es segura.

Hasta ayer mismo persistía la ambigüedad en torno a si Marruecos participaría o no en la cumbre (los dos anteriores intentos de reunirla en Trípoli fracasaron), debido a que no estaba -ni está- resuelto el problema que plantea la polémica admisión de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) como 51º Estado miembro de la OUA, desde la reunión administrativa de febrero de 1982.Se sabe que en los últimos días se han llevado a cabo importantes contactos para llegar a un compromiso, y se había dicho que la RASD se abstendría de participar. Este extremo no ha podido ser confirmado, lo cual hace muy posible que la estrategia marroquí en Adis Abeba sea nuevamente bloquear la participación de la RASD.

Antes de partir para Adis Abeba, el ministro marroquí Buceta precisó que, con su presencia, Marruecos quiere contribuir a la continuidad de la Organización para la Unidad Africana, de la cual Marruecos es miembro fundador, y luego insistir en la vigencia del referéndum como solución del conflicto, tal como fue aprobado en la cumbre de Nairobi de junio de 1981.

Persisten los problemas

Sin duda, subsisten aún grandes dificultades en el camino del citado referéndum, aparte del prejuicio sobre su resultado que consintió la admisión de la RASD. Por parte de Marruecos, una de las cuestiones, planteadas por la diplomacia marroquí es quién va a votar.Marruecos se atiene en este caso a la resolución de Nairobi, que se refiere a los saharauis originarios del territorio e incluidos en el censo de población español de 1970, que arrojaba una población total de 74.000 personas, tomando, no obstante, en consideración el imprescindible crecimiento demográfico de las poblaciones.

En este sentido, Marruecos reclama la autentificación del origen saharaui de los refugiados de Tinduf, previa a la consulta.

Los saharauis, apoyados por Argelia, entienden, a su vez, que de las resoluciones de Nairobi se desprende la necesidad del diálogo previo de las partes interesadas, que ellos consideran Marruecos y el Frente Polisario, y, en consecuencia, han solicitado que Marruecos abriera negociaciones con ellos. Aunque Marruecos rechazó las negociaciones, al parecer se encontró una fórmula que permitió las semanas pasadas un diálogo Polisario-Marruecos, que, según dijo después el ministro de Asuntos Exteriores de la RASD, Ibrahim Hakim, fracasó por culpa de Marruecos.