La restitución del derecho de huelga argentino reduce el temor a la represión

La Junta Militar argentina derogó la ley que impedía el ejercicio del derecho de huelga, dictada por la propia Junta poco después del golpe de Estado de 1976.A partir de la promulgación de esta ley, la número 22.825, quedan atrás los temores de que el Gobierno adoptara drásticas medidas de represión como las que tomó en 1979 y 1981. En la primera reacción popular contra el régimen, varios dirigentes sindicales fueron procesados y perdieron sus cargos de secretarios generales.

En realidad, la ley había quedado sin efecto desde hace tiempo, como se pudo comprobar en las últimas demostraciones obreras realizadas en diciembre. El reconocimiento oficial del derecho de huelga no es más que una carta que el Gobierno militar va a jugar en la asamblea de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

También ayer se conocieron los términos del telegrama que el consejo nacional del Partido Justicialista envió a la Junta Militar, en el que reitera su rechazo a la iniciativa oficial de modificar el régimen electoral vigente. Los peronistas señalan que el proyecto "implica una distorsión de la voluntad popular mayoritaria". El punto de la nueva ley electoral que más preocupa al peronismo es aquel que dispone la elección indirecta de la fórmula presidencial a través de la constitución de un colegio electoral. Podría ocurrir que a pesar de ser el partido más votado, el peronismo no gobernara si en el colegio hay una alianza antiperonista.

La reforma electoral, sin anunciar oficialmente, provocó algunos enfrentamientos. Raúl Alfonsín, el dirigente de Renovación y Cambio, corriente interna del radicalismo, dijo que, llegado el caso, su partido "no apoyará a un fascista ni a un incapaz" y Fernando de la Rúa, representante de la otra corriente radical, aclaró que "en el colegio electoral no existe una obligación de votar a los candidatos de la primera minoría".