El Gobierno de Pekín protesta por la expulsión de Mongolia de ciudadanos chinos

El Gobierno de Pekín protestó ayer oficialmente ante las autoridades de Ulan Bator contra las expulsiones masivas de ciudadanos chinos de territorio mongol. En una nota enviada a la Embajada de Mongolia en Pekín, el ministro chino de Asuntos Exteriores ha indicado que desde marzo hasta junio más de 1.700 ciudadanos chinos que viven en Mongolia han recibido la orden de trasladarse a granjas del Estado o abandonar el país.El ministro ha asegurado que los primeros grupos de expulsados habían comenzado a salir a finales de marzo y que el movimiento había proseguido y se había ampliado hasta hoy. Fuentes chinas bien informadas han comunicado que más de 600 ciudadanos chinos han sido ya repatriados y que el resto lo será en las próximas semanas.

"A la parte china le cuesta comprender por qué la parte mongol ha creado bruscamente este incidente", declara la nota de protesta, que señala que todos los intentos hechos por China para solucionar el problema amigablemente se han encontrado con el rechazo de Ulan Bator.

Es la primera vez que las autoridades chinas, que hasta el momento habían sido extraordinariamente prudentes respecto a estas expulsiones, toman públicamente posición sobre el asunto. La nota del Ministerio de Asuntos Exteriores acusa a las autoridades de Ulan Bator de haber demostrado con su actitud que "carecen de sinceridad para la solución del problema" y de "perseguir deliberadamente a los ciudadanos chinos".