18 muertos en los enfrentamientos entre la policía y militantes sijs de Punjab

Policías y militantes sijs se enfrentaron violentamente ayer en diversas localidades del Estado indio de Punjab, con motivo de la puesta en práctica de las medidas de paralización del tráfico decretadas por el movimiento autonomista. El balance provisional de víctimas es de 18 muertos y un número indeterminado de heridos. El incidente más grave se registró cerca de Patiala, en el este de Punjab, cuando guerreros sijs armados con viejos fusiles británicos, abrieron fuego contra la policía.

En Amritsar, la ciudad santa de los sijs, las fuerzas del orden abrieron fuego contra activistas que, desde un tejado, lanzaban piedras contra un depósito de autobuses, para impedirles circular. Los principales dirigentes sijs, residentes todos en la ciudad -y algunos de ellos atrincherados en su sagrado Templo de Oro- no fueron detenidos. La policía disparó al menos en otras tres ocasiones y utilizó doce veces gases lacrimógenos para disolver a manifestantes que, en algunos lugares, como Amritsar, levantaron barricadas en las calles. Varios autobuses fueron incendiados en diversos lugares del Estado.

El domingo, los militantes sijs lanzaron dos bombas de fabricación casera contra un tren y las detenciones superaron el millar. Las tropas paramilitares indias tomaron posición en puntos clave con orden de disparar contra todo perturbador, reemplazando en ocasiones a la policía local.