Citroën mejoró su situación durante el pasado año

La empresa automovilística Citroën cumplió el pasado día 1 de este mes de febrero veinticinco años de estancia en España. Según el director general de la empresa, el francés Jean Pierre Pisano, la inversión total de la empresa francesa en este país a lo largo de estos veinticinco años supera los 30.000 millones de pesetas. En el cuatrienio 1982-1985 Citroën invertirá 8.000 millones de pesetas más, con el fin de lanzar tres nuevos modelos. Para el presidente de Confemetal, Carlos Pérez de Bricio, consejero de Citroën, urge una modificación del impuesto de lujo como medida para ayudar al sector.

Según Jean Pierre Pisano, "después de veinticinco años establecidos en España Citroën no puede ser considerada simplemente como una fábrica de coches graciosos. De promedio, el modelo GSA sólo requiere 14,5 horas de taller por cada 100.000 kilómetros recorridos; el Visa, sólo ocho, y el BX, de próxima aparición, no necesitará más de seis horas".

La filial española de la marca francesa, propiedad del grupo Peugeot, posee un 12% de penetración en el mercado español. El pasado año Citroën fabricó 130.000 vehículos, lo que supone un crecimiento del 24% con respecto a 1981. De ellos, vendió 62.000 en el mercado interior, con un crecimiento superior al 15% con respecto al año anterior, y exportó 76.000 unidades más, con un crecimiento del 44% con respecto a 1981. La empresa da trabajo a unos 10.000 trabajadores.

La producción total de Citroën en España durante los veinticinco años es de casi 1.650.000 vehículos, con unas ventas en el mercado interior de 1.125.000 unidades. La capacidad de producción es de ochocientos vehículos diarios.

Para Carlos Pérez de Bricio, presidente de Confemetal y consejero de Citroën, el sector del automóvil, que da trabajo en puestos directos e indirectos a más del 10% de la masa trabajadora de este país, merece ser ayudado con medidas gubernamentales.