Borges recibirá de Mitterrand la Legión de Honor

El escritor argentino Jorge Luis Borges, recibirá de manos del presidente francés François Mitterrand la orden de Comendador de la Legión de Honor, la más alta .condecoración del Estado galo. Borges, que el pasado lunes llegó a París, asistirá a una audiencia convocada por el presidente a tal efecto, audiencia que encabeza una serie de actos y ediciones que suponen el completo reconocimiento, por parte de la cultura francesa, del escritor argentino, símbolo de toda una literatura.A continuación de su viaje francés, que durará hasta el próximo día 20, Borges viajará a España, invitado por el ministro de Cultura, Javier Solana.

Así, Borges, que recibirá esta distinción francesa, un poco excepcional para los escritores de habla hispana -recientemente le fue impuesta el colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel del pasado año- será acogido también, como miembro extranjero asociado, en la Academia de Ciencias Morales y Políticas, y dictará una lección sobre la creación poética en el Colegio de Francia.

Pero además de estas distinciones oficiales, importantísimas en el mundo cultural francés, Borges tendrá un homenaje de excepción: la edición de sus obras completas en un tomo de La Plèiade, la prestigiosa colección de la editorial Gallimard, considerada directamente en todo el mundo como la inmortalidad.

De hecho, en los casi trescientos tomos de que consta ya esta colección, sólo hay tres de autores españoles: uno, dedicado a Miguel de Cervantes, otro a la novela picaresca, que incluye El lazarillo de Tormes, El Buscón, de Quevedo y Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, y, por fin, otro a Federico García Lorca.

Jorge Luis Borges será el primer autor latinoamericano incluído en esta colección por Gallimard, que, por otra parte, ya había publicado la mayor parte de su obra en la colección La croix du Sud, y en traducción de su director Roger Caillois.

La Plèiade fue fundada por la editorial Gallimard con la asesoría de André Gide y el resto del equipo de la Nouvellé Revue Française, y su primer tomo se ocupó de Baudelaire. En su catálogo, además de los clásicos franceses, figuran, bien representadas, las literaturas alemana y británica, y la novela rusa anterior a la Revolución de Octubre.