Violentos choques en la ciudad libanesa de Trípoli y en las montañas de Chuf

El año nuevo comenzó en Líbano con violentos enfrentamientos armados en la ciudad de Trípoli, en el Norte, en las montañas de Chuf, al sureste de Beirut. Drusos y milicianos cristiano-derechistas volvieron a enfrentarse ayer en los alrededores de la ciudad de Aley, a unos 15 kilómetros de Beirut, rompiendo así la precaria calma que reinó en las montañas de Chuf durante la noche de fin de año.

Las Fuerzas Libanesas del partido Kataeb (falangista) y los drusos del Partido Socialista Progresista, de Walid Jumblat, se acusan mutuamente de haber provocado esta nueva ola de violencia.

Mientras tanto, en Trípoli, la segunda ciudad en importancia de Líbano, donde facciones rivales lucharon durante toda la noche, los choques se intensificaron en la mañana de ayer.

Los enfrentamientos entre las milicias del pro-sirio Partido Democrático Arabe y las de la antisiria Resistencia Popular estallaron en la tarde del viernes, rompiendo el precario alto el fuego logrado a mediados de diciembre por el ministro de Asuntos Exteriores sirio.

Según la emisora La Voz de Líbano, 35 personas perdieron ayer la vida en Trípoli, y otros cinco cadáveres fueron encontrados en la carretera que une Trípoli con la región norteña de Akar.

En su mensaje de fin de año, el presidente libanés, Amin Gemayel, recordó que las conversaciones que actualmente se desarrollan con Israel y Estados Uunidos "son para bién de los libaneses y del país". Las negociaciones tripartitas, centradas fundamentalmenté en la retirada de las fuerzas israelíes de Líbano, aún no han desembocado en un acuerdo sobre el orden del día. "Estas conversaciones no tienen otro fin que consolidar la soberanía libanesa y la dignidad del ciudadano libanés", recalco el presidente, haciendo un llamamiento a "todos los hijos de Líbano" para "compartir la consolidación y reconstrucción de nuestra patria, a unirse a esta tarea, de modo que se haga realidad en todos los territorios libaneses".