Reagan inicia hoy en Brasil su primera gira latinoamericana

Con importantes medidas de seguridad, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, llegará esta noche a Brasil, iniciando su primera gira por Latinoamérica.La frágil situación económica de Brasil, la tímida apertura política hacia la democracia y el deseo mutuo entre Washington y Brasilia de reforzar la cooperación en todos los terrenos simbolizan el temario de las reuniones que mantendrán los presidentes Reagan y Joáo Baptista Figueiredo. Reagan permanecerá tres días en Brasilia y Sao Paulo antes de continuar viaje a Colombia, Costa Rica y Honduras.

Después de un paréntesis de casi cinco años, durante el cual las relaciones entre Brasil y EE UU estuvieron marcadas por la frialdad, Reagan desea abrir una nueva era que potencie la alianza estadounidense-brasileña en el continente latinoamericano.

Quedará para la historia la tensión provocada entre Brasilia y Washington cuando, en la primavera de 1977, el entonces presidente Jimmy Carter impuso un bloqueo a Brasil, en materia de ayuda financiera y militar, por la violación sistemática de los derechos humanos.

Hoy, la situación ha cambiado. Por una parte, la Administración Reagan se muestra menos sensibilizada a condicionar las alianzas con la situación política interna de regímenes autoritarios, de acuerdo con la nueva terminología de la Casa Blanca para las dictaduras de derechas. Pero, sobre todo, las cosas también han evolucionado en el plano interno de la política brasileña con el inicio de una moderada apertura política.

"La elección prueba la madurez política del país", dijo, en nombre de las fuerzas armadas, el general Vinicus Lemos Kruel, durante la ceremonia de homenaje a las víctimas de la intentona de rebelión en los cuarteles ocurrida en 1935. Un hecho histórico que promovieron militares vinculados al comunismo en Recife, Natal y Río de Janeiro, y que los militares brasileños -casi medio siglo después de los hechos- procuran mantener vivo en la memoria popular, denunciando "el peligro del comunismo" para la sociedad brasileña.

El acto, celebrado el pasado fin de semana en Río de Janeiro, con presencia del presidente Figueiredo y todos los altos mandos militares, sirvió también para recordar la situación de democracia vigilada en que han desembocado las elecciones del 15 de noviembre.