Llegar hasta el fondo

Las palabras del ministro de Defensa, Alberto Oliart, serían de lo más sensato, si viviéramos en un país de irrespon sables. Nos referimos a su informe-homilía, presentado ayer ante la Diputación Permanente del Congreso, sobre las detenciones de unos jefes del Ejército presuntamente implicados en un intento involucionista preparado para. el próximo día 27.Dijo Alberto Oliart que hay que evitar que se "generalice a todas las Fuerzas Armadas la actitud de algunos que poco o nada representan, frente a quienes acreditan día a día, de manera sobresaliente, sus virtudes castrenses, su entrega, y que tienen la firme voluntad de asumir la defensa del prestigio de España y que han rechazado con indignación esta conspiración contra la libertad y la dignidad de los españoles".

Hemos reproducido íntegramente el párrafo anterior, como prueba de una retórica vacía de contenido, muestra clara de la sesión parlamentaria de ayer. Cuando el ministro de Defensa habla de generalización no se está dirigiendo a los representantes de los grupos políticos, que nunca han generalizado las intenciones golpistas que pueden existir, no sólo en las Fuerzas Armadas, sino en los sectores civiles de la sociedad. Tampoco se puede dirigir al conjunto de los españoles a través de sus reptesentantes, porque los ciudadanos de este país tienen muy clara la diferenciación entre los que -militares o civiles- han aceptado un régimen constitucional de los que intentan destruirlo. Las palabras del ministro Oliart, proviniendo de quien provienen, nos permitiríamos decir que, por obvias, más que tranquilizadoras resultan alarmantes. Nunca hay que intentar demostrar lo que resulta claro y transparente ( ... ).

12 de octubre.