William de Gales

hijo de los príncipes Carlos y Diana y segundo en la línea de sucesión al trono británico, fue bautizado a mediodía de ayer por el arzobispo de Canterbury, Robert Runcie, en el salón de música del palacio de Buckingham. El nieto de la reina Isabel II recibió los nombres de Guillermo (William) Arturo, Felipe y Luis, como se anunció ya a la opinión pública, pocos días después de su nacimiento, hace 44 días. La ceremonia se celebró por el nuevo ríto bautismal de la iglesia anglicana y actuaron de padrinos el ex rey Constantino de Grecia, sir Laurens van der Post, antropólogo de origen surafricano y amigo de la familia real, lord Romsey, nieto del desaparecido lord Mounbatten de Birbania, víctima de un atentado perpetrado por el IRA, la princesa Alejandra, la duquesa de Westminster y lady Susan Hussey, dama de honor de la soberana. Las aguas bautismales fueron traídas del río Jordán, donde fue bautizado Jesucristo, y al acto asistieron unos sesenta invitados, además de la familia real, entre los que se encontraba la primera ministra, Margaret Thatcher. Estuvieron ausentes el príncipe Andrés, que se encuentra en el Atlántico sur, y la princesa Margarita, de vacaciones en Florencia. Fueron muchos los londinenses que se agolparon frente a palacio para celebrar, con danzas, canciones y disfraces, el acontecimiento. Acontecimiento que coincidía con el octogésimo segundo cumpleaños de la bisabuela del bautizado, la reina madre Isabel. La viuda del rey Jorge VI, que continúa siendo la persona más popular de la familia real británica, recibió en su cumpleaños millares de telegramas y ramos de flores procedentes de todo el Reino Unido. Una banda de música del regimiento que hace guardia en su residencia de Clarence House desfiló por las calles adyacentes tocando Cumpleaños feliz, mientras la anciana madre de la soberana británica salía a saludar a las personas que se habían congregado para felicitarla.