Thatcher y Galtieri

La señora Thatcher sonríe feliz. La pequeña sonrisa de la señora Thatcher aparece en todos los periódicos, revistas y televisores del mundo, mostrando con arrogancia el triunfo del muy noble y poderoso imperio británico-USA en la guerra de las Malvinas.Hace unos meses apareció también su rostro en todos los medios de comunicación, aunque en esa ocasión denotaba angustia y preocupación: su hijo se había perdido, con una bella señorita, en el inhóspito desierto africano durante el transcurso de un rallye en el que participaba. Afortunadamente, todo quedó en susto. Ahora, la señora Thatcher sonríe feliz. Por unos pocos centenares de vidas de muchachos anónimos -británicos y argentinos- y unos cuantos millones de libras del pueblo, su orgullo personal y el honor del imperio han sido salvados, restituidos y afianzados... ¡Dios salve a la reina!

De un lado tenemos la sonrisa de la señora Thatcher; del otro, la destitución, el llanto y la humillacion del soberbio e irresponsable dictador Galtieri. Ambos están vivos (¡loado sea Dios!) y podrán continuar fabricando guerras y enviando jóvenes a la muerte en defensa de unos intereses que todos suponemos y que ellos se encargarán de disfrazar con altisonantes conceptos y vocablos, como el honor, la soberanía, el patriotismo y no sé qué cosas más. / .