Discípulos de Vázquez Díaz exponen en homenaje a su maestro

Once discípulos del pintor Daniel Vázquez Díaz han reunido algunas de sus obras en una exposición que se inaugura hoy en el Museo Municipal de Madrid en homenaje al pintor andaluz con motivo del primer centenario de su nacimiento. Con esta muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo día 15 de julio, el Ayuntamiento de Madrid, ciudad en la que vivió durante mucho tiempo el pintor, se adhiere al homenaje que se le está rindiendo también en la capital de España en exposiciones patrocinadas por el Ministerio de Cultura y por el Banco de Bilbao. La muestra municipal se completa con otra de obras de 31 escultores abstractos españoles.

Daniel Vázquez Díaz (Nerva, Huelva, 1882-Madrid 1969) ha sido considerado como el padre de modernidad pictórica española y algunos críticos y artistas han explicado que la historia de la pintura contemporánea española se divide en dos etapas, una hasta Vázquez Díaz y otra a partir de Vázquez Díaz. De estas dos etapas son testigos destacados quienes en otros tiempos fueron sus discípulos y que -ahora le rinden un homenaje: Rafael Boti, José Caballero, Rafael Alberti (que acude a la exposición con una serie de grabados), Cristino de Vera, Rafael Canogar, Javier Clavo,Alvaro Delgado, Hipólito Hidalgo de Caviedes, Manuel Mampaso, Juan Manuel Díaz Caneja y Juan Antonio Morales.La otra cara de esta doble muestra es una representación de la escultura abstracta española con la que se inaugura la sala de exposiciones temporales de escultura del Museo Municipal. Están representados 31 escultores abstractos, entre los que destacan Sempere, Casanova, Gabino, Oteiza, Serrano, Caruncho, Rueda, Palazuelo, Frechilla, Chillída, Ugarte, Reinaldo, Basterrechea, Sansegundo, Xuxo, Soria, Feliciano, Tomer, Chirino, Santonja y Vaquero Turcios, entre otros.

El año del centenario del nacimiento de Vázquez Díaz comenzó con una escasa atención por parte de los medios oficiales y de instituciones culturales, según versión unánime de los medios artísticos, al que introdujo la modernidad en las artes plásticas españolas. La desidia oficial llegaba también a los frescos colombinos del monasterio de La Rábida, pintados por Vázquez Díaz en 1929 y 1930, cuyo deterioro era denunciado públicamente.

Tan sólo a final de mayo de este año parecía cobrar fuerza el significado del pintor con la inauguración de dos exposiciones excepcionales sobre su obra, una oficial en la Biblioteca Nacional y otra privada en el Banco de Bilbao de Madrid. Un homenaje académico en el Museo Español de Arte Contemporáneo completaba este reconocimiento de los medios culturales al pintor.

Algunos de sus discípulos que exponen ahora en el Museo Municipal piensan, sin embargo, que ha habido una tardía y pobre reivindicación de lo que el artista homenajeado significa. Según José Caballero su maestro era un pintor incómodo para el poder y esa es una de las razones por las que ha permanecido olvidado. "Si tuviera que definir a Vázquez Díaz diría que fue generoso en sus ideas, innovador, abierto a la libertad creadora y cargado de humanidad".

Rafael Canogar, uno de los fundadores del grupo El Paso y discípulo de Vázquez Díaz, piensa que "a pesar de sus contradicciones fue una persona admirable como artista y como hombre, que siempre mantuvo su sentido crítico sobre su propia obra aunque alguna vez las dificultades económicas le obligaron a hacer ciertas concesiones. Mi mejor homenaje es seguir trabajando, que es lo que le gustaba a él".

El pintor Cristino de Vera, otro de sus que expone en el Museo Municipal, había dicho no hace mucho tiempo sobre su obra "Ahora hay un silencio en tomo a él pero sus obras están esperando. Aparte de esta recuperación anunciada, Cristino de Vera considera como uno de sus máximos aciertos su capacidad para crear un clima de libertad expresiva.