Reservas en Londres y Madrid sobre el fin del bloqueo a Gibraltar

A apenas cinco días del inicio de la reunión de Sintra, se mantienen intensos contactos, a nivel de embajadores, para asegurar que se comenzarán a abordar "todas las diferencias sobre Gibraltar"; y ésto ineludiblemente supone plantear por primera vez el tema de la soberanía, sobre el que los británicos han mantenido hasta ahora una postura reticente y evasiva, que ha hecho inútiles todos los intentos negociadores. Pero hasta ahora la parte británica no se ha pronunciado con claridad sobre sus planteamiento en torno a la reunión de Sintra. Y ello justifica sobradamente el ambiente de pesimismo existente en medios diplomáticos españoles, cercanos a la delegación que acudirá a la historica ciudad portuguesa Sintra el día 25.En las próximas horas la "clarificación" exigida por España se espera que tenga respuesta por parte británica, a través de conductos normales vía Foreign Office-Palacio de Santa Cruz.

En caso contrario, mañana lunes se cree que sería la últirria oportunidad, en un encuentro en Luxemburgo entre los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países, Fracis Pyrn y José Pedro Pérez-Llorca, que coincidirán con ocasión de la segunda ronda negociadora hispano-comunitaria a nivel de ministros de Exteriores, continuadora de la celebrada el pasado mes de marzo.

Si para entonces, los ingleses no han dado garantías de que la reunión de Sintra abordará los problemas de fondo sobre el contencioso gibraltareño, en línea al "propósito de superar todas sus diferencias sobre Gibraltar", expresada por los dos Gobiernos el 8 de enero, la delegación española cancelará sus asistencia a Sintra y en consecuencia tambien quedará cancelada la apertura de la verja con el Peñón.

Si, por el contrario, la reunión de Sintra se lleva a cabo, como está previsto, en el momento en que se reúnan las dos delegaciones en el histórico palacio de Seteais, se procederá a abrir la verja de Gibraltar, que mantiene incomunicada la colonia británica con el territorio español desde 1969, cuando las comunicaciones fueron cortadas como medida de presión española, y ante la obstinada actitud inglesa de ignorar las resoluciones y mandatos de la ONU instando a las partes a negociar la descolonización del Peñón.