Las tropas israelíes, a 20 kilómetros de Beirut

Las tropas israelíes que han invadido Líbano están ya a una veintena de kilómetros de la capital, Beirut, y prosiguen los encarnizados combates entre los soldados judíos, cifrados ahora en 60.000, y las unidades palestinas apoyadas por la aviación y la artillería sirias.Tel Aviv ha rechazado la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pide el cese inmediato de las hostilidades -aceptada por los palestinos- y el primer ministro, Menájem Beguin, ha hecho saber al enviado especial del presidente Reagan que sus tropas no se retirarán de Líbano en tanto no se llegue a una "solución permanente", que impida el regreso de los combatientes de la OLP a las posiciones de las que han sido desalojados por el ejército judío.

El grado que pueda alcanzar la participación siria en la guerra centra ahora la inquietud internacional. El jefe del Gobierno judío afirmó ayer ante el Parlamento que su país no quiere la guerra con Damasco y pidió al presidente sirio, Hafez el Assad, que sus tropas no ataquen a los soldados israelíes. Siria había perdido anoche en combate seis aviones Mig, pero sus fuerzas de tierra se limitan por el momento a proporcionar cobertura artillera a los palestinos.

El Parlamento israelí rechazó anoche por abrumadora mayoría una moción de censura comunista condenando la invasión del vecino país.

Los aviones y las cañoneras judías situadas frente a las costas libanesas están centrando sus ataques en la ciudad de Sidón, virtualmente destruida, y en las posiciones palestinas de Damur, a sólo 17 kilómetros de Beirut. La capital de Líbano volvió a ser bombardea da por los aparatos judíos.

Mientras el régimen iraní ha ofrecido ya a Siria la ayuda militar que considere necesaria, la atención se vuelve ahora hacia posibles negociaciones diplomáticas para detener la guerra que asola Líbano.

Aprovechando la cumbre de la OTAN, hoy se reúnen en Bonn los ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Económica Europea para adoptar una posición común y debatir posibles iniciativas ante la gravísima crisis de Oriente Próximo.

Páginas 2 y 3