El andar de los Zombies

No existe la temporada. Cuando menos se piensa, a finales del mes de enero, pueden darse tantos conciertos de rock coincidentes que la labor del aficionado reside más en escoger entre la oferta disparatada que en perseguirla. Así ocurría en la Escuela de Caminos el pasado sábado, cuando los Zombies se presentaban en uno de los conciertos más esperados de esta no-temporada. Y después los Totem en Rock-Ola, para demostrar que su sencillo Háblame, editado de forma independiente, vende más de 2. 000 copias por algo.Pero empecemos por los Zombies. Estuvieron precedidos por los Modelos, grupo que en ausencia de uno de sus líderes y fundadores (Ramón Garrido) intenta reencontrar su lugar. Difícil lo tienen si todos sus conciertos son como el de Caminos. Aquello, por mucho que lo intentaron no. sonó como debía y según Juan de Pablos (Onda-2) no pasaba de ser una grosera dispersión. Vamos, que nada bien.

Los Zombies, aún sin verles, anunciaban grandes cambios en su forma de hacer música. La mente de su líder Bernardo Bonezzi, an tes entregada a los placeres de la caja de ritmos se ha lanzado ahora hacia la percusión tradicional y allí encima se dibujaban las siluetas de cantidad de tambores que se rían golpeados por músicos contratados, al igual que el bajo. Tampoco estaba la presencia inquietante de Tessa, reclamada con fervor por el público. Con este bagaje los Zombíes realizaron una excursión por su ya largo repertorio con cierta habilidad. Aunque la voz de Bernardo es poco excitante e instrumentalemente no son gran cosa, su música es lo suficientemente personal y distinta como para lograr el favor del respetable. Creo, sin embargo, que Zombies tienen demasiadas cosas poco claras, que sus canciones son mas presagios de realidades futuras que hechos concretos, que uno de los principales grupos de Madrid debiera parecer mas sólido. Pero, ciertamente, eso no parece preocupar a sus seguidores. La pasión tiene estas ventajas.

Los Totem, por su parte, son más sencillos. Un prototípico grupo de pop, blando a más no poder, algo plañidero incluso, sentimentaloide con generosidad. ¿Como, entonces, pueden tener tanto éxito? Muy simple, porque hay gente para todo y al fin y al cabo mejor es Totem que Ivan. Más adelante cambiarán, hoy por hoy, son así.