Apertura del Festival Internacional de Marionetas

El pasado sábado se inauguró el II Festival Internacional de Marionetas en el teatro Principal de Zaragoza. Dicho encuentro, a pesar de ser tan solo la segunda ocasión en que se celebra, ha pasado a ser el de mayor importancia en nuestro país en lo que se refiere al espectáculo de títeres. Ello se debe no sólo a que a él acudan grupos de distintos países, sino también al hecho de que tanto el Festival de Títeres de Barcelona como el Festival de Títeres de Madrid han dejado de celebrarse al menos este año, y en las últimas ediciones de ambos la calidad venía siendo desigual.

El festival, patrocinado por el Patronato Municipal de Zaragoza y seleccionado por Francisco Ortega, fue inaugurado por el grupo francés Les Bacbadocs, con la obra Chicha, chicho, chichou. Esta compañía es uno de los equipos de trabajo más interesantes en el panorama de la marioneta en Francia.

El grupo español Libélula, uno de los que cuentan con mayor prestigio en el campo del títere en nuestro país, presenta al festival su último espectáculo, Entre sonrisa y sombra. Uno de los elementos esenciales en este montaje es dejar las historias abiertas a la interpretación personal del espectador, sea niño o adulto, dando una importancia primordial al aspecto visual, poético e irreal de este mundo aparte que son las marionetas.

Zaragoza, ciudad en la que se celebra el encuentro, está representada por el grupo La Oca, cuyo montaje El circo de papel cuenta con una serie de historietas circenses presentadas por personajes conocidos para todos los públicos, cargados esta vez de contenido crítico e irónico.

Participan además el Piccolo Teatro, de Lugano; El Topo, de Logroño; los catalanes Marduix y La Fanfarra, y el Teatro de Petit Miroir.