Un cuadro soñado

El pintor Antonio Quirós, según declaró ayer, tuvo plena libertad para realizar el retrato de don Juan Carlos, y aceptó el encargo del Ministerio de Hacienda porque suponía crear plenamente una obra pictórica en lugar de hacer una pintura de tipo académico. La obra fue entregada a principios de agosto, después de trabajar un mes en su realización, con sesiones frente al modelo en la Zarzuela y en su estudio.«Aunque en mi trabajo artístico», dice Antonio Quirós, «no hago con frecuencia retratos, me interesan mucho cuando significa realizarlos por un interés pictórico, plástico, y cuando el modelo tenga mucho carácter y una gran personalidad. Por estos motivos no dudé en pintar al Rey, y lo he pasado muy bien realizando el cuadro ».

La idea general del cuadro, según explica el pintor, era hacer un retrato muy sobrio, con espec ales estudios de los rasgos de la cabeza, la parte más difícil para el artista, con objeto de definir las características de la personalidad real, así como la captación de presencia física, como la manera d andar.

Antonio Quirós dice de su retrato de don Juan Carlos que «es un cuadro muy soñado», en el sentid de que da tanta importancia a la sesiones con el modelo presente como a la continuación del trabajo del artista en su taller. «La parte más importante en el momento de pintar es cuando se realiza en soledad. Es dificil pintar con el modelo delante, porque uno se distrae más».