Los navieros españoles piden igualdad de trato con los extranjeros

La futura ley de ordenación de la marina mercante española, que en estos momentos se encuentra en estudio por parte del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, debe recoger y garantizar la libertad de adquisición de los recursos de explotación de la flota, un tratamiento fiscal igual al de las marinas mercantes de países industrializados y la adaptación en un período prudencial de la flota existente, de forma que no se perjudique a las empresas actualmente en servicio, según pusieron ayer de manifiesto fuentes de la Asociación de Navieros Españoles (Anave).La marina mercante española ha sido, según las citadas fuentes, el colchón donde se han estrellado los problemas de otros sectores, como el de grandes astilleros. En este sentido, en medios de Anave se refirieron a construcciones de buques que habían sido encajados en el mercado nacional, a pesar de encontrarse cubierto. Este tipo de actuaciones provoca un exceso en la flota nacional y una deficiente explotación de los buques.

Terminar con las discriminaciones

«En el fondo», señalaron las citadas fuentes, «lo que pedimos no es un trato de favor, sino que la marina mercante de nuestro país tenga las mismas oportunidades y facilidades que las de otras naciones. Tenemos peores condiciones de financiación, precios más altos y un tratamiento fiscal discriminatorio frente al extranjero».Por otra parte, el Sindicato Libre de Marina Mercante ha decidido convocar una movilización general en el sector con el fin de que la futura ley establezca la nacionalidad española como obligatoria en los barcos de pabellón español, y la regulación precisa de la posibilidad de exportación de buques, de acuerdo con las necesidades de política económica y de empleo de la marina mercante.