Tres personas, muertas por disparos de escopeta

Dos hombres han resultado muertos en los últimos, días, en puntos distantes de la isla de Tenerife, a causa de disparos de escopetas de caza y en circunstancias aún no aclaradas. La temporada de caza está cerrada en estos momentos. Las autoridades investigan el auténtico móvil de dichos sucesos. A estas muertes hay que añadir la de un niño en Gran Canaria que falleció a causa de los disparos que efectuó contra él un guarda jurado.

A Juan Díaz Acosta, un joven de veinte años de edad, lo encontró su padre, en fase de descomposición, con varios impactos en su cuerpo y una escopeta de caza junto a él, en un cobertizo situado en la parte trasera de su casa, al día siguiente de haberse producido lo que ha sido calificado por los vecinos del lugar como un posible suicidio. Otros ponen en duda esta hipótesis por tratarse de un joven equilibrado.

A una distancia de veinte kilómetros, en Arafo, Mauricio Ferrera, de 41 años, perdió la vida a la puerta de su casa, en la madrugada, a causa de varios impactos de perdigones disparados con una escopeta de caza.

Por otra parte, en la localidad grancanaria de Telde un niño resultó muerto al ser alcanzado por los disparos efectuados contra él por el guarda jurado de una finca. El niño se encontraba con otros amigos en el interior de la finca. El guarda jurado fue detenido momentos después del suceso.