Un conservador escéptico

Autor dramático, poeta, orador, cultivador de todos los géneros literarios y con especial facilidad en el artículo periodístico, José María Pernán nació en Cádiz, el 8 de mayo de 1897. Académico de la Lengua desde 1936 y durante algunos años director de la misma, fue presidente del Ateneo de Madrid en 1932. Escritor enormemente popular, escéptico practicante, de línea católica conservadora, el género en que ha cosechado más éxitos es el teatral, con obras como El divino impaciente, 1933; Cuando las Cortes de Cádiz, 1934; La santa virreina, 1939; Metternich, 1942; La loba, 1943, y, en años posteriores, La hidalga limosnera, La casa, Vendimia, Paca Almuzara, Callados como muertos, Todo el Amor y la reciente Tres testigos, 1970.Escritor de convicciones políticas monárquicas, también ha cultivado el ensayo con obras como Razones de la monarquía o el polémico Mis encuentros con Franco, de 1976. Fue durante muchos años miembro del consejo privado del conde de Barcelona. Como poeta lírico, en la línea andalucista de otros autores, ha publicado, entre otros, los libros Presencia de Dios, Las flores del bien, Poema de la bestia y el ángel, este último en 1938. En novela y cuento hay que citar Historia del fantasma, doña Juanita, 1927; Volaterías, 193 2; El paraíso y la serpiente, 1943, etcétera. Recientemente se le anunció la entrega del Toisón de Oro, distinción que le concederá el Rey en reconocimiento a su labor de toda una vida dedicada a las letras.

Retórica decimonónica

Como orador ha descollado por su estilo, quizá algo decimonónico, en el que se combinan recursos poéticos, florida elocuencia y un ardor cornbativo defendiendo su idea de la Hispanidad; ha sido también conferenciante de éxito, no sólo en España, sino en toda Latinoamérica. Pemán se considera especialmente satisfecho de toda su producción como articulista, de las novelas Romance del fantasma y Doña Juanita y de sus versiones de las tragedias griegas, especialmente de la de Edipo. Estuvo casado con María del Carmen Domecq Rivero, de la que enviudó hace pocos años; el matrimonio tuvo nueve hijos. Su avanzada edad y la enfermedad de Parkinson que padece no le han impedido a José María Pemán seguir desarrollando su actividad intelectual, aunque ha reducido al mínimo su vida social, que en otros tiempos fue intensa.