Francesc Frutos: "Decir que el partido es prosoviético sería una simplificación mecánica"

Francesc Frutos, catalán de 42 años, dirigente de las Comisiones Obreras Catalanas y nuevo secretario general del PSUC, opina que la batalla sobre la supresión del témino «eurocomunismo» se ha planteado de forma artificial, puesto que los conceptos de socialismo en libertad y revolución de la mayoría continúan definidos en los programas del partido. «Decir que el PSUC es prosoviético», afirma, «sería una simplificación mecánica».Pregunta. ¿Cuál es su valoración del congreso que acaban de clausurar?

Respuesta. En primer lugar, creo que se demuestra la independencia real del PSUC, que, como partido nacional, tiene su propia actuación en el país y que no necesita que nadie le elabore la política desde fuera. Creo también que ha habido una profunda reflexión autocrítica sobre cuáles son las políticas necesarias a seguir en cada momento. La dirección del PSUC no hemos sabido debatir, en determinados momentos, todos los temas que estaban presentes en la realidad cotidiana. Esto no se ha hecho y ha motivado tensiones y enfrentamientos. Ha existido una falta de coordinación entre la base y la dirección.

P. El término «eurocomunismo» ha sido eliminado de las tesis.

R. Esta era una palabra que ha hecho fortuna de forma pública, pero que ha sido considerada equívoca. La batalla sobre su supresión se ha planteado de forma artificial, puesto que en el contenido global de las tesis no hay cambios sustanciales en nuestra política. El término «eurocomunismo» quería englobar los conceptos de socialismo en libertad y revolución de la mayoría, con todas las fuerzas de progreso, que es lo que hemos definido en nuestros programas.

P. Dirigentes del PSUC, adscritos a la corriente «socialdemócrata» o bandera blanca (Solé Tura ... ) han señalado que con la supresión de este término se entraba en una fase de «desnaturalización del PSUC». El dirigente del PCE Simón Sánchez Montero ha hablado, al respecto, de ruptura entre el PCE y el PSUC.

R. No creo en esta, «desnaturalización». Lo que ha salido del congreso es un reflejo de los problemas y de las alternativas posibles a la situación actual. Tampoco veo la posibilidad de celebrar un congreso extraordinario. Estos sectores deben aceptar los resultados del congreso y dar la batalla dentro del partido. Es correcto que se expresen y que batallen si creen que hay cosas injustas. Debe haber debate y luego aplicar el centralismo democrático. En cuanto a las declaraciones de Sánchez Montero, éstas son a título individual y tiene todo el derecho a expresarse. La idea de todos los comunistas es que hemos de mantener las relaciones de fraternidad con el PCE, y de debate profundo cuando haya discrepaacias, como ocurrió en el pasado mes de octubre.

P. ¿Cree usted que el fortalecimiento en el seno del partido de la corriente prosoviética puede dañar la imagen pública del PSUC?

R. No lo creo. Decir que el PSUC es prosoviético sería una simplificación mecánica. Nuestra línea política es de izquierdas, dentro de una visión comunista, pero no hay radicalismo izquierdista ni línea prosoviética. Se mantiene una línea de independencia y ello es visible con la posición crítica adoptada en relación al tema de Afganistán. Todo ello reivindicando también los avances sociales habidos en los países socialistas. Tampoco creo que vaya a haber pérdida de imagen electoral. Espero que el pueblo nos juzgue por la política que hagamos en cada momento. En resumen, creo que puede hablarse, no de un cambio en la política del partido, sino de matizaciones importantes.

P. ¿Cuáles serían estas matizaciones?

R. Principalmente, en las formas y en los planteamientos a la hora de aplicar esta política, que sigue siendo la misma. A nivel municipal pactos de progreso en los ayuntamientos, preferentemente con los socialistas. A nivel del Parlamento catalán, también la misma política de oposición a la derecha y buscando la unión con las fuerzas de la izquierda. El congreso lo que ha hecho es aceptar globalmente nuestra política contra la crisis, el paro y la conservación del puesto de trabajo.