Pannella impuso sus tesis en el congreso del Partido Radical italiano

El Partido Radical italiano ha concluido su 24º Congreso Nacional con la sorpresa de la elección como nuevo secretario general de un joven de 26 años, Francesco Rutelli, estudiante de Arquitectura, y que era, hasta ayer, secretario del partido en la región del Lazio, y codirector, con el famoso escritor Cassola, de la revista antimilitarista El Asno. Pero, en realidad, el gran vencedor del congreso ha sido su líder carismático Marco Pannella, que ha vuelto a coger las riendas del partido.

Pannella anunció durante el Congreso su dimisión como diputado para poder trabajar con dedicación plena en la refundación del partido, que ha anunciado para 1982.El ex secretario general Rippa ocupará el puesto de Pannella en el Parlamento. El mismo anunció su dimisión como secretario general para dejar el puesto al jovencísimo Rutelli, que es una creación de Pannella, el cual se reserva su elección al frente del partido para 1982, cuando el partido se vista con el nuevo traje de la reforma.

El congreso acabó con una moción unitaria de sólo veinte líneas para anunciar la refundación del partido y el empeño de los radicales en la defensa de los diez referendos que han presentado y que piensan ganarlos todos, porque «esperamos», han observado, «en la ayuda que nos vendrá de los socialistas».

El congreso se cerró ayer con una marcha antimilitarista, y las acusaciones de un pequeño grupo a Pannella por su autoritarismo.

Los radicales, que tienen toda la voluntad de «crecer» y la preocupación de convertirse, con ese crecimiento, en un partido burocratizado, como los demás, que tanto han criticado, han anunciado ayer que se presentarán a las próximas elecciones municipales de Roma de junio próximo, «solos o con los socialistas». Y es este acercamiento a los socialistas la nota que más resaltan todos los observadores.

Los radicales de la base están aún muy perplejos y han afirmado durante el congreso que ellos no desean separar esta aproximación a los socialistas de un diálogo serio con los comunistas, pero muchos observadores aseguran que existe ya un «pacto de hierro» entre Pannella y Craxi.