Joven muerto por disparos de la Benemérita

Un joven de diecisiete años, Joaquín Mendoza Lavera, resultó muerto en la noche del domingo por disparos de un guardia civil cuando éste repelía a un grupo de personas, entre ellas el fallecido, que por causas desconocidas apedreaba el cuartel de la localidad, en cuya puerta se encontraba el guardia.

Las piedras eran lanzadas desde unos hancales que dominan el edificio. La Guardia Civil hizo pública, tras el incidente, una nota en la que explicaba que el guardia hizo dos disparos de intimidación, «pensando que podían ser activistas terroristas», y que más tarde, al salir una patrulla de reconocimiento, encontraron el cadáver del joven.

Sin embargo, horas después fuentes oficiales del cuerpo facilitaron otra versión, según la cual el grupo que lanzaba piedras huyó al acercarse el guardia de la puerta, excepto el joven Joaquín Mendoza, que quedó agazapado y fue detenido. Cuando el guardia lo bajaba hacia el cuartel, el joven se resistió, y en el forcejeo se disparó el arma del guardia, que hirió mortalmente en el pecho a Joaquín Mendoza.