Los Reyes y el Gobierno en pleno presidieron ayer el homenaje a la bandera en Valencia

Los reyes don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados del príncipe de Asturias y de las infantas Elena y Cristina, junto con el Gobierno en pleno, presidieron el homenaje popular a la bandera que ayer tarde tuvo lugar en el paseo de la Alameda, de Valencia, con motivo de la celebración de la Semana de las Fuerzas Armadas.

Al llegar a la explanada, el rey Juan Carlos pasó revista a las tropas que se alineaban a lo largo del paseo y saludó a los miembros del Gabinete, para pasar la presidencia de homenaje, que tuvo como telón de fondo un colorido tapiz de flores de 20 x 5 metros, realizado por el artista Galbis, que representaba el escudo y la enseña nacional ondeando sobre imágenes populares valencianas.A los acordes del himno nacional, acompañado de salvas, se recibieron las veintidós banderas y estandartes que participaron en el acto, junto con una gran enseña roja y gualda que ondeaba desde un mástil de veinte metros, levantado sobre una fuente con esculturas metálicas.

El desfile de las representaciones de las casas regionales en Valencia fue muy aplaudido por el público que ocupaba las numerosas tribunas. Destacó la presencia de las falleras mayores de 1as trescientas fallas de la ciudad, a las que, previamente, Capitanía General había hecho entrega de un diploma conmemorativo de la festividad de la bandera, «símbolo de la unidad de todos los españoles y esencia de los valores patrios". Los primeros compases del himno regional, iniciados al concluir esta comitiva, tuvieron lanosa blanca de un buen número de palomas que sobrevolaron la Alameda, lanzadas por sociedades colombófilas.

A continuación, en medio de un gran silencio, se hizo el ofrecimiento de una corona de laurel en recuerdo a los caídos y se procedió a arriar la bandera. El acto tuvo como colofón final un ruidoso castillo de ruegos artificiales lanzado desde el puente del Mar. Más de quinientos kilos de pólvora quemó el pirotécnico Bataller para llenar de ruido y humo la,explanada. Numerosas banderas nacionales fueron lanzadas mediante carcasas a gran altura, desde donde descendían ligeramente colgadas desde un pequeño paracaídas.

Tras el acto de homenaje a la bandera, Capitanía General ofreció una recepción a las autoridades que habían presenciado la parada militar.

La llegada de la familia real a Valencia se produjo a mediodía de ayer, a bordo de dos aviones Mystere de la Subsecretaría de Aviación Civil. En el aeropuerto de Manises fueron recibidos por el vicepresidente segundo y diputado por Valencia, Fernando Abril; capitán general de la Ill Región Militar, Jaime Milans del Bosch, y otras autoridades. Desde allí se trasladaron en helicóptero al yate Azor, residencia de la familia real durante el fin de semana. Por su parte, el Gobierno llegó también por vía aérea a Manises, a media tarde.

En el programa de actos de la Semana de las Fuerzas Armadas destacó ayer el espectacular desembarco realizado en la playa del Cabañal, junto al puerto, de unidades del mando anfibio de la Armada. Más de un millar de hombres, cuatro buques y una veintena de vehículos anfibios participaron en la operación, presenciada por varios miles de personas que se agolpaban en las inmediaciones de la playa.

La operación se inició con el lanzamiento de un equipo de buceadores sobre el mar, desde helicópteros, para preparar las demoliciones submarinas. Minutos después se hicieron explosionar las cargas instaladas bajo el agua por los submarinistas y el buque de transporte Galicia lanzó al agua los vehículos anfibios. Entre tanto, dos helicópteros desembarcaron en la playa sendas unidades para operaciones especiales. A continuación, helicópteros de la séptima escuadrilla ametrallaron la playa y poco después se produjo una segunda oleada de asalto, integrada por embarcaciones de tipo medio que transportaban personal y material pesado.

El ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, declaró que el homenaje a las Fuerzas Armadas debe servir para desterrar la frustración y fortalecer la moral, cuyo debilitamiento es el primer objetivo del enemigo.

Actos relacionados con la Semana de las Fuerzas Armadas se han celebrado, asimismo, en todas las capitanías generales, con desfiles y exhibiciones de material militar, así como ceremonias en recuerdo a los caídos.