Jiménez Blanco acusa a los socialistas de incoherencia en el tema autonómico

El portavoz de UCD, Antonio Jiménez Blanco, atacó al PSOE en el turno de su grupo, y empezó advirtiendo que este debate no era inútil, como había aventurado Enrique Tierno, y sí era una trampa, como un día dijo Fernando Abril. En el mismo tono sostuvo que el presidente Suárez habló ayer (por el martes) de los tres problemas fundamentales en los que parecía que se iba a centrar el debate, para dar las líneas directrices de éste.

En el capítulo de las libertades dijo que éstas deben ser defendidas, pero que también hay que defender a los españoles libres, que UCD ha de prestar mucha atención a la seguridad ciudadana, porque ya la calle se pregunta si no hay alternativa entre dictadura e impotencia. Afirmó que se están logrando resultados importantes, pero que también hay que respetar a las Fuerzas de Seguridad del Estado, lo que no se hace cuando dentro de ciertos partidos se les llama cuerpos represivos.En el capítulo de la economía admitió que hay países que consiguen mejores resultados, pero que ellos no tienen los problemas de la transición política. Enumeró las acciones del Gobierno y citó el acuerdo-marco firmado entre UGT y CEOE, del cual dijo que difícilmente hubiera nacido con éxito sin el apoyo del Gobierno. Repitió las prioridades del empleo y la energía, y afirmó que la oposición no ofrece alternativas válidas, por cuanto el programa económico del PSOE es un simple manifiesto de propósitos, con propuesta de medios que no sirven para los objetivos marcados, lo cual demuestra la inmadurez de los socialistas para gobernar.

También criticó la actuación de los ayuntamientos, que, según dijo, han paralizado la mayoría de los proyectos urbanísticos, cuando tanto paro hay en la construcción, y terminó este apartado afirmando que UCD es un partido interclasista, con un proyecto frente al cual sólo hay verbalismo critico.

Criticó a la oposición, que había prestado la menor atención al tema más importante, que es el de las autonomías. Afirmó que UCD tiene sentido de la responsabilidad, y por eso, cuando vio la necesidad de corregir el rumbo en esta cuestión, lo hizo. sin temor a las consecuencias para el propio partido, mientras que el PSOE se montaba sin bridas ni estribos al caballo autonómico, sin otro plan que la incoherencia.

Sostuvo que el Gobierno asume plenamente el reto de la consolidación del Estado de las autonomías y que quiere realizar esta tarea huyendo de cualquier privilegio y buscando la igualdad de todos, haciendo una lectura actual y racional de la Constitución y evitando la competición entre el Estado y las comunidades.

En cambio, afirmó que el PSOE se ha limitado a decir no a lo que proponía UCD, sin tener más alternativa que resoluciones políticas llenas de vaguedad. Pidió que no se olvide que la primera propuesta seria del proceso autonómico la ha hecho el Gobierno y acusó de incoherencia al PSOE, ya que unas veces han dicho que son necesarios muchos años para llevar a cabo la reconversión del Estado y otras veces el mismo Felipe González ha afirmado que hay que acelerarlo.