Los atletas británicos desafían el boicot olímpico de su Gobierno

Varios atletas británicos mostraron ayer su propósito de desafiar las presiones de su Gobierno, en el sentido de boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú. Sebastian Coe, recordman mundial desde 1979 en los 800 y 1.500 metros, así como en la milla, anunció que sólo dejará de ir a los Juegos si el Comité Olímpico Británico rechaza la invitación soviética, pero comentó que no había recibido ninguna presión por parte del Gobierno de Margareth Thatcher para cambiar su opinión favorable a participar.La decisión gubernamental británica de retirar el agregado olímpico en la embajada de la capital soviética, y la no concesión de permiso especial, a los funcionarios públicos -atletas o no- para que puedan asistir a los Juegos, es un «martillazo» contra los atletas, comentó un portavoz del Comité Olímpico Británico. El secretario de dicha organización, Dick Palmer, dijo ayer por la mañana que ambas decisiones son un golpe bajo para los deportistas británicos, y condenó al Gobierno de su país «por estar apretando el cuello a los atletas».

El sindicato de funcionarios públicos, por su parte, declaró ayer que los atletas-funcionarios que pierdan su paga e incluso su empleo por desafiar la prohibición de obtener permiso especial para acudir a los Juegos Olímpicos recibirán su salario del propio sindicato. Sue Reeve, saltadora de longitud, declaró que irá a Moscú a competir, aunque por ello pierda su empleo en el Ministerio de Servicios Sociales.

El recordman mundial Coe señaló, respecto a las trabas de su Gobierno, que lamentaba la situación en que se encontraban quienes habían estado entrenándose para acudir a los Juegos. Respecto a la retirada del diplomático coordinador olímpico, el Comité Olímpico Británico deberá sustituirlo, pues, según Palmer, «la experiencia demuestra lo difícil que será no contar con él».