Roto el pacto centristas-socialistas sobre la ley de libertad religiosa

La Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados dictaminó ayer la ley de Libertad Religiosa. El pacto UCD-PSOE, alcanzado en la ponencia, fue roto por Coalición Democrática (CD), que consiguió introducir en el artículo" séptimo del proyecto de ley que «el Estado, teniendo en cuenta las creencias religiosas existentes en la sociedad española, deberá establecer acuerdos o convenios de cooperación con la Iglesia católica y demás confesiones inscritas en el registro que, por su ámbito y número de creyentes, hayan alcanzado notorio arraigo en España». Por los socialistas, Gregorio Peces-Barba anunció la reconsideración de toda la ley orgánica por su grupo.

Privilegios para la Iglesia

El debate sobre la ley de Libertad Religiosa puso de manifiesto, en su primera parte, el consenso alcanzado por centristas y socialistas sobre este proyecto de ley orgánica. La aceptación por UCD de una enmienda presentada por Manuel Fraga, artículo séptimo, produjo la ruptura del consenso entre los dos grupos mayoritarios. El texto de la ponencia en el citado artículo decíá que «el Estado, teniendo en cuenta las creencias religiosas existentes en la sociedad española, establecerá, en su caso, acuerdos o convenios de cooperación con las iglesias, confesiones y comunidades religiosas inscritas en el registro, que por su ámbito y número de creyentes hayan alcanzado notorio arraigo en España». La aceptación de la enmienda defendida por Manuel Fraga fue interpretada por los socialistas y comunistas como un privilegio a la Iglesia católica, mientras que a las demás confesiones se les exige, para que el Estado establezca con ellas acuerdos o convenios de cooperación, que hayan alcanzado «notorio arraigo en España».

Por su parte, Manuel Fraga consideró que la alusión a la Iglesia católica era una mera reproducción de lo establecido en el artículo 16 de la Constitución.

El socialista Gregorio. Peces- Barba insinuó que los acuerdos que planeaban sobre la Comisión eran los de UCD con CD y anunció la defensa de todos los votos particulares socialistas, así como la reconsideración global de la ley orgánica, que requiere mayoría absoluta para su aprobación.