Todos embusteros

«Está claro que este país no tiene memoria. Si la tuviera, hubiese puesto, como mínimo, el grito en el cielo por la explicación oficial, es un decir, que se ha dado a la interpelación que hizo al Gobierno el socialista Peces-Barba a propósito del trato dado, por parte de la Fuerza Pública, a un grupo de mujeres que se manifestaron en Madrid, delante del Palacio de Justicia, el pasado 20 de octubre. A juzgar por dicha nota, lo que dijo la prensa, sin excepción, y las versiones de las interesadas son absoluta y radicalmente falsas. El Gobierno cuenta una historia que nadie conocía. Ahora resulta que todos somos unos mentirosos y nos inventamos una historia, entre el terror y el sainete, digna de mejor causa. Tres meses no es tanto tiempo como para que se nos haya olvidado lo que realmente pasó. Especialmente a quienes sufrieron en propia carne los embates, físicos y verbales, convertidos ahora en excesos sin importancia. Se ha dicho muchas veces que la democracia española no tiene credibilidad. Hay que decir que versiones como esta distribuida oficialmente no contribuyen precisamente a que esta impresión se modifique. Mientras la oposición se limite a preguntar y la respuesta sea la que el Gobierno necesite para cubrirse las espaldas, y no la verdad, no avanzaremos, nunca, como no sea en el camino de la decepción y en el de la incredibilidad hacia las instituciones.»

, 10 de enero