Dimite la junta nacional de la Asociación Profesional de Policías

La asamblea general de la Asociación Profesional de Funcionarios del Cuerpo Superior de Policía ha aceptado la dimisión presentada por la junta nacional de dicha asociación, en el transcurso de la reunión celebrada, con carácter extraordinario, durante los últimos dos días en Madrid.Una comisión gestora provisional se ha hecho cargo de convocar urgentemente elecciones generales. Esta comisión está constituida como órgano colegiado por cinco miembros de las asambleas de Madrid, Barcelona, Valencia, Galicia y Bilbao, respectivamente.

La dimisión de la junta nacional se ha producido «como consecuencia del fracaso de las negociaciones que esta asociación ha mantenido con la Administración en la búsqueda de soluciones a los graves problemas que afectan al Cuerpo Superior de Policía y a toda la sociedad, al haber sido reiteradamente despreciadas todas sus sugerencias», según informó anoche la secretaría de la asociación.

La misma fuente añadió que al presidente dimisionario, Carlos Cabrerizo, le fue concedido por aclamación el primer emblema de oro de la entidad.

Entre otros acuerdos adoptados por la asamblea extraordinaria figura el de «considerar que la línea seguida hasta la fecha no ha dado el resultado apetecido por su moderación, decidiendo para lo sucesivo utilizar nuevos modos de actuación».

En este sentido se acordó por unanimidad «llamar la atención una vez más de las autoridades del Ministerio del Interior, verdaderas responsables de la falta de coordinación y de entendimiento profesional de los distintos cuerpos implicados en el lamentable y grave suceso acaecido en San Sebastián el pasado día 29, en el que resultó muerto un inspector del CSP y herido otro, así como un miembro de la Guardia Civil, a fin de evitar que vuelvan a repetirse hechos como el presente, con la aplicación práctica de las normas legales vigentes sobre competencia territorial y distribución de efectos de ambos cuerpos». Este acuerdo se elevará al ministro del Interior «como testimonio de denuncia y repulsa».