Arturo Ballester expone sus carteles de guerra

Con la exposición Obra gráfica de guerra, en la galería Val i 30, de Valencia, el cartelista y re tratista Arturo Ballester (nacido en esta ciudad en 1892), se reincorpora a la actualidad cultural después de un largo exilio interior en el que sólo realizó obras de encargo y dibujos seriados sobre tema folklórico valenciano, salvo su participación en la Bienal de Venecia hace tres años.Miembro destacado del Círculo de Bellas Artes, proyectó por encargo de Joaquín Sorolla el cartel original del Palacio de las Artes (1916), y duránte seis años, entre 1923 y 1929, ilustró las cubiertas de las novelas del escritor Vicente Blasco Ibáñez, al que le unía su afinidad republicana.

Al proclamarse la guerra civil española se afilia al sindicato anarquista de profesiones liberales. A esta época pertenecen sus carteles bélicos más conocidos, que no circunscribe solamente a consignas déla CNT, sino también a otros partidos, organismos estatales y sindicales. En colaboración con Antonio Machado, residente entonces en Rocafort, población muy próxima a Valencia, ilustra una colección de tarjetas infantiles por encargo del Ministerio de Comunicaciones para que los niños refugiados en regiones alejadas de los frentes de lucha pudieran enviarlas a sus padres en zonas de guerra.

El retorno de Arturo Ballester con esta primera muestra personal coincide con la edición a serigrafila de su cartel Un marino: un héroe (1937), sin duda el que causó más impacto en la época.