El PSOE prepara una declaración sobre estatutos

El Grupo parlamentario Socialista celebró ayer una nueva reunión para estudiar su estrategia en relación con la negociación de los estatutos de autonomía vasco y catalán. En ella quedaron prácticamente resueltas las discrepancias surgidas en la reunión del día anterior, entre los partidarios de presentar un texto con la relación de «motivos de desacuerdo» y los de obviar esta cuestión, con una fórmula intermedia que se traducirá en la publicación de un documento-declaración, en el que probablemente no se incluirá una relación detallada de «motivos de desacuerdo».No obstante, la solución definitiva no se conocerá hasta hoy, en que probablemente se hará público el documento preparado por Txiki Benegas -secretario general del Partido Socialista de Euskadi-, Joan Reventás -líder de los Socialistas de Cataluña- y otros diputados, entre ellos, Antonio Sotillos y Gabriel Urralburu. Inicialmente está prevista una consulta final a la comisión gestora del PSOE antes de dar a conocer el texto.

El citado documento tiene un carácter general -han informado a EL PAIS fuentes socialistas- y no hará una extensa relación de motivos de desacuerdo, a diferencia de la actitud de UCD, que no sólo está planteando una detallada relación de desacuerdos respecto al Estatuto vasco, sino también al catalán.

El documento socialista consiste en una exposición general sobre la importancia de estos estatutos y la forma en que debe llevarse la negociación. Muestra su disconformidad con el juridicismo de que hace gala UCD y también con la actitud exclusivista de los grupos nacionalistas y regionalistas, que estarían intentando sustraer los estatutos a la «soberanía del Parlamento». Se pronuncia en favor de una negociación política sobre los puntos en discordia, y respecto al Estatuto vasco se dice que se trata de un elemento de pacificación de la situación en Euskadi, aunque es susceptible de profundización progresista en algunos aspectos y de negociación en otros.

Todo parece indicar que el PSOE acudirá a la negociación de los estatutos de autonomía con una posición bastante delicada, en la que no se alineará con el partido gubernamental en una defensa de los numerosos «desacuerdos» de este último, pero tampoco con las minorías vasca y catalana, cuyos propósitos iniciales serían los de evitar al máximo la discusión de fondo de los respectivos proyectos de autonomía. El planteamiento socialista parece dirigido a una labor mediadora en la discusión del Estatuto, teniendo como marco para ello el que ofrece el Parlamento y sin dejarse atrapar en negociaciones extraparlamentarias.